Si tienes una empresa, un negocio, trabajas por
cuenta o prestas algún servicio, tu vida
profesional depende de los clientes. Tus ingresos dependen de que ellos
compren con más frecuencia lo tú les ofreces.
Es por ello que fidelizarlos debe
ser una idea que debe dar vueltas constantemente en tu cabeza.
Te presentamos algunas estrategias para lograr que ellos regresen a comprarte:
Conóceles:
Define los perfiles de tus
clientes. La mayoría de las personas que asisten a tu negocio tienen
siempre algo en común. Trata de agrupar
a los más similares. Esta clasificación la puedes hacer en cuánto a
nivel de ingresos, gustos y preferencias, edades, tipos de personalidades
entre muchos otros aspectos. Esto es lo que conoce como segmentación del mercado. Esta técnica te permitirá conocerlos mejor, para después satisfacerlos con mayor facilidad.
Háblales: una de las cosas que más valoran los clientes es qué les hables, qué les peguntes cosas: si están satisfechos con el producto o servicio, si están de acuerdo con el precio, cómo les ha parecido la experiencia de compra, en fin, que les tomes en cuenta. Trata de establecer una relación estable con ellos. Esto puede ser desde una simple encuesta de satisfacción hasta enviarles una postal a su correo electrónico en su cumpleaños.
Piensa en ellos a Largo Plazo: lo importante en un cliente no es que te compre hoy, sino que lo haga siempre. Esto es ser fiel a la marca. Algunas veces es preferible perder un poco de dinero hoy a cambio de ganar más en el futuro. Esta situación puede presentarse por ejemplo, a la hora de realizar alguna devolución o atender alguna queja o reclamo.
Sorpréndelos: a nuestro cerebro le encantan las sorpresas, incluso se quedan muy unidas a nuestra memoria. Casi siempre recordamos aquellos que más nos gustó o nos sorprendió en el pasado. Piensa en pequeños detalles que puedan gustar a tus clientes y tómalos por sorpresa. Eso les encantará y hará que regresen. Para ello es fundamental escucharles con frecuencia y con atención.
Humaniza tu marca: a pesar del crecimiento de la tecnología, que tiende a ser un poco fría y distante, nos hemos dado cuenta que a las personas nos encanta la calidez y la cercanía, nos gusta sentirnos queridos y especiales. Nos emociona cuándo nos llaman por nuestros nombres, cuándo nos reconoce y nos consienten. No basta un producto o servicio de excelente calidad, queremos que además sea prestado o entregado de manera especial. La magia que pongamos en la venta del producto o en la prestación de un servicio, hará la diferencia en que nos compren a nosotros y no a la competencia.
Forma a tu equipo: muchas veces tenemos empleados o colaboradores (equipo de ventas o atención al cliente) y son ellos la cara de la empresa u organización ante los clientes. Es fundamental brindarles la formación adecuada, por cuánto en el sistema educativo raras veces les forman en áreas como ventas, negoción, atención al cliente, manejo de queja y reclamos. Es clave en un negocio conocer el arte y la ciencia de atender a las personas.
Da siempre más: la única manera de alcanzar el éxito en los negocios es aportando más valor cada día. Los clientes siempre acudirán a donde se les ofrezca mayor valor al menor costo posible, por lo tanto, la estrategia de cualquier empresa, organización y prestador de servicio debe estar siempre sustentada en la satisfacción plena del cliente. Al fin de cuentas, es él quien trae el dinero y pagas las cuentas…
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